Podemos ver todas las imágenes que encontremos del genocidio en Ruanda ocurrido entre abril y junio de 1994, pero esas imágenes no impactarán al espectador, y no sólo porque éste se encuentre protegido frente a todos los shocks que le llegan del mundo exterior, sino también porque las imágenes son muy rápidas, tienen que serlo en los medios de comunicación y, por lo tanto, no nos conceden tiempo. Ni su repetición ni su rapidez nos ayudan a pensar con ellas, a pensar políticamente, a tomar, frente a ellas o con ellas, una posición.
Todo empezó en la profundidad de la selva...Los humanos venimos de una vida en los árboles similar a la de los monos y simios que trepan los troncos, se cuelgan de las lianas, saltan de rama en rama, se balancean y suben y bajan de los diferentes estratos arbóreos de las junglas del África ecuatorial.
Hace algunos años una amigo periodista, destinado en París como corresponsal de una revista, se convirtió en apenas un par de años en padre de dos hijos. En cuanto los niños fueron capaces de fijar la mirada en algo, empezó a llevarlos al Louvre y a guiar con mimo sus retinas infantiles hacia las obras maestras de la pintura universal.
Asle y Alida caminaban por las calles de Bjørgvin, Asle llevaba al hombro dos hatillos con todo lo que tenían y en la mano la caja con el violín que había heredado de su padre Sigvald, Alida llevaba dos bolsas con comida, y hacía horas que daban vueltas por las calles de Bjørgvin buscando alojamiento, pero parecía imposible alquilar nada en ningún sitio, no, decían, lo lamentamos, decían
La fotografía forma parte de nuestra vida, marcando unas pautas casi imprescindibles; la importancia de las imágenes fotográficas que diariamente nos rodean en periódicos, revistas, anuncios, pósteres... demuestra la eficacia de una comunicación visual que, en época pretérita, hubiera sido impensable.
À la gare, personne. J´ai posé mon sac à mes pieds et j´ai regardé autour de moi. Comme j´avais demandé qu´on soit discret, qu´ils ne viennent pas m´accueillir, surtout, avec mon nom inscrit en grand sur un carton qu´ils brandiraient aux yeux de tous, j´ai pensé qu´ils se tenaient peut-être un peu à l´écart et n´apparaîtraient qu´une fois l´endroit redevenu désert.
Extracto 1... el blanco calor de julio, el más sofocante en dos siglos, abrasaba la ciudad. La calima se extendía por encima de los tejados recalentados, todas las ventanas de la ciudad estaban abiertas de par en par, y, a la tenue sombra de los árboles exhaustos, sudaban y se derretían las ancianas, sentadas en los bancos juntos a los portales.
Les gens qui lisent sont moins cons que les autres, c´est une affaire entendue. Cela ne signifie pas que les lecteurs de litérature ne comptent pas d´imbeciles et qu´il n´y pas de brillantes personnalités chez les non-lecteurs. Mais, en gros, ça s´entend, ça se voit, ça se renifle, les personnes qui lisent sont plus ouvertes, plus captivantes, mieux armées dans la vie que les personnes qui dédaignent les livres.
Mi última biblioteca estaba en Francia, dentro de un viejo presbiterio de piedra al sur del valle del Loira, en una aldea tranquila de menos de diez casas. Mi compañero y yo elegimos ese lugar porque junto a la casa había un granero, parcialmente derribado siglos atrás, lo bastante grande para albergar mi biblioteca, que para entonces ya tenía treinta y cinco mil libros.
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