1934. 13 de enero. Se ha marchado. El barco se va, esparciendo humo monótono en la pantalla del cielo. Silba. Se ahoga. Y se lleva a Monsieur Presle, mi profesor de lengua francesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario